domingo, 20 de junio de 2010

CUENTO DE JUNIO


LOS RECUERDOS DE MI VIDA

Estamos en el año 1930, en un campo de refugiados en España, en Granada. Yo soy Luis, un niño de 13 años, al que la policía sacó de su casa una noche mientras dormía.

Esa noche parecía normal. Estuve con mi familia en mi pequeña pero acogedora casita. A eso de las dos y media de la mañana, aparecieron dos hombres armados y los obligaron a dejar la casa donde me había criado para ir a ese sitio lleno de gente que yo no sabía lo que era.

Cuando paso un pequeño tiempo me hice un amigo allí, Alex, otro niño al que la policía hizo lo mismo. El día en que llegué, me quitaron mi ropa, que por culpa de mi pobreza estaba rota y muy vieja. Nos dieron unos pijamas blancos y negros y nos cortaron el pelo para poder distinguirlos de ellos.

Aquello era un gran terreno, con bastantes casitas de madera y una gran valla alrededor. Nos hacían trabajar desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, comiendo solo una hogaza de pan para cinco personas y agua.

Todos los días estaba con Alex, y nos dábamos apoyo mutuamente y queríamos salir de ahí fuese como fuese. Un día estábamos hablando Alex y yo, él me dijo que no aguantaba más en ese sitio y que se iba a escapar, pero yo hice que se tranquilizara y que no pensara en eso.

Tenía todos los días que pararle los pies para que no se fuese, pero un día yo también estaba de acuerdo así que lo planeamos todo para irnos de allí.

Una noche mientras todos dormían nos fuimos, saltamos la valla y salimos corriendo. Corrimos más que los policías y gracias a eso pudimos hacer una nueva vida, fuera de ese sitio tan horrible al que jamás querría volver.

-¿Qué, niños, os ha gustado mi historia? -Dije a mis nietos con una gran sonrisa.

-Sí abuelo me encanta tus emocionantes y tristes historias de cuando eras pequeño.

-Me agrada mucho que te guste, mañana si queréis os cuento otra pequeña batallita de mi larga vida.

-Vale abuelo.

CUENTO DE JUNIO

jueves, 13 de mayo de 2010

CUENTO DE MAYO


LA DOBLE VIDA

Había un hombre muy hermoso, con mucho dinero y con una vida ya solucionada. El único defecto que tenía era que era un alcohólico y cuando bebía se volvía un poco agresivo. Esto solo eran las apariencias porque en realidad no tenía dinero ni un buen trabajo.

Por la mañana era un mendigo, pero, para que no le conocieran, se disfrazaba porque a él le importaba mucho su prestigio. Por la tarde trabajaba en un burger limpiando el suelo, pero con otro disfraz diferente.

Todas las mañanas se ponía a pedir limosna, pero casi nadie le daba nada, incluso pasaban como si no hubiera nadie ahí. Por las tardes en el burger por algunas personas muy desagradables tiraban aposta las cosas al suelo para que lo tuviera que recoger.

Un día se puso a pensar y pensar para buscar la manera de que las personas la mirasen y además que le dieran dinero. Pensó en comprarse un perro y ponerlo a pedir con él y eso hizo.

Aunque la idea no era mala por el perro no le daban más dinero y encima tenía que alimentarlo así que se puso a pensar en otra cosa. Cuando estaba pasando por la calle, un coche atropelló a un gato. A él le dio mucha pena, pero le dio una idea: cogería al gato y lo pondría a su lado para que la gente lo viese y se fijara en él y le diera más dinero. Le sucedió todo lo contrario. La gente, al ver al gato, se iba por la otra punta porque les daba mucho asco, así que su plan fracasó.

Seguía intentando buscar la forma de que la gente le viera, pero no la encontraba. Encima por las tardes todo seguía igual; el público tan desagradable con él como antes.

Un día estaba en la calle pidiendo cuando uno de sus amigos de su vida "rica" le iba a dar dinero y le reconoció. El amigo se quedó muy extrañado y no quiso hablar más con él. Se lo dijo a todos los amigos del mendigo y nadie quería estar con él.

Como estaba todo el rato solo y encima en el burger le echaron por gritar a un cliente, estaba todo el rato bebiendo para no recordar.

Finalmente el mendigo decidió suicidarse por la vida tan triste que le había dado la bebida.

martes, 13 de abril de 2010

CUENTO DE ABRIL


LA LEYENDA

Había un campamento de verano al que iban todos los años muchísimas personas, tantas que siempre faltaban plazas. Iban cincuenta personas en total. Empezaba el día 15 de julio y terminaba el 30 de julio. Casi todos los niños tenían entre siete y quince años exceptuando los cuatro monitores.
Siempre hacían juegos en el bosque o fiestas. Este año, el quinto día tuvieron una fiesta muy divertida para ellos. La décima noche les contaron una historia de miedo en el borque, esta historia decía lo siguiente:

Un año muchos niños fueron a este campamento, mientras estaban en él hubo un terremoto de 6,5 en la escala Richter que destruyó bastantes partes del campamento. En esta desgracia murieron ocho personas de entre ocho y once años y decían que los espíritus de los niños seguían allí por culpa de las ganas que tenían de visitarlo.Y que la décima noche a las 3:00 de la mañana, los espíritus se metían en los cuerpos de ocho niños durante los cinco días siguientes para poder disfrutarlo.

Los niños estaban muy asustados por esta historia porque lo del terremoto era verdad y esa misma noche.

Esa noche había algunos niños que no podían dormir por culpa del miedo y no pudieron hasta bien tarde. Al día siguiente, cuando se levantaron, casi todos tenían ojeras, pero no tenían ningún síntoma de que la historia fuera veridica.

Pero solo era lo que parecía. Los comportamientos de ocho niños habían cambiado, si eran simpáticos podrían ya no serlo tanto, o habladores, o todo lo contrario.

Estaban pasando los días y uno de los niños vio a una de sus compañeras en el suelo con un vestidito puesto y con una bufanda. De repente se puso a llorar desconsoladamente.

El día 29, es decir, un día antes de marcharse a su casa estaban haciendo sus maletas y la compañera que estaba con la bufanda por fin habló, depués de cuatro días sin hacerlo, y todos los demás compañeros que habían cambiado un poco de comportamiento volvieron a ser igual que antes.

Esto quería decir que los espíritus de los ocho niños habían vuelto a su sitio y habían dejado de estar en los cuerpos hasta el año siguiente en el próximo campamento.

viernes, 12 de marzo de 2010

CUENTO DE MARZO


A mí me encantan los caballos, son unos animales normalmente muy fieles y siempre están ahí cuando los necesitas. Un día, yo fui a mi cuadra di un paseo con él, lo lavé, lo cepillé, bueno lo normal que se hace con un caballo.

A Marismeño, como era tan dócil, lo utilizaban para dar clases a las personas que no saben y quieren aprender. Era un caballo que para que se enfade hay que hacerle mucho y hay personas, como yo, que le hicieramos lo que le hicieramos no se enfadaría.

Os voy a contar como me quedé con Marismeño. Marismeño era un caballo que cuando era pequeño estaba un poco enfermo de la pata y a los pocos días de nacer, Trianera, su madre, se murió. Trianera era la yegua de mi tía y también era muy fiel.

Cuando nació, mi tía me lo regaló porque era mi cumpleaños y me encantó, claro. Yo estuve siempre con él, aunque como tenía la pata mal no le podia montar.

Cuando cumplió dos años, aunque le costó mucho, se curó y pude empezar a montarlo. Solo me dejaba a mi y al resto de personas les tiraba al suelo. Poco a poco, con mi ayuda fue dejando que le montaran hasta que llegó a ser como era de fiel.

Un día fui a verle a la cuadra. Marismeño se había enfadado y se había escapado cabalgando. Cogí otro caballo en cuanto me enteré y fui a buscarle. Lo encontré, pero estaba tumbado en el suelo y con no muy buen aspecto. Era la pata, como le habia pasado de pequeño, y no me dejaba ni siquiera a mí acercarme por culpa de su dolor.

Llamé a mis padres para que vinieran a ayudarme para llevarlo otra vez al establo. Lo llevamos y llamamos de urgencia al veterinario. Le tuvieron que dormir para poder tocarle la pata, y el doctor lo estuvo mirando durante muchisimo tiempo por la lexión que tuvo de pequeño.

Se había hecho un esguince en la pata, pero se le curaría con el tiempo.Tuvo que estar seis meses sin ser montado para que se le curara. Cuando pasó ese tiempo lo intenté pero no me dejó.

Le había recordado esos momentos, de cuando de pequeño que tenía la enfermedad en la pata. Desde entonces no me dejó montarlo aunque sí estar con él todo el tiempo que quería y a los demás ni siquiera eso. Por culpa de este acontecimiento a mi me seguian gustando los caballos, pero no queria seguir montando a ningún otro.

lunes, 22 de febrero de 2010

CUENTO DE FEBRERO


POR LA COMPRA DE TRES BRAGAS REGALAMOS UN LIBRO.

Una vendedora ambulante tenía una gran familia,con tres hijos aunque ya un poco mayores. Su marido había muerto dos meses antes a causa de un fortísimo accidente de coche.Ella no tenía más trabajo que vender en los mercadillos, y el negocio había bajado mucho por causa de la crisis. Por ello no tenía apenas dinero.Todas las noches pensaba en qué podía poner en su puesto para vender más, pero no o conseguía. Un día su hijo mayor le dijo:

-¿Mamá, y por qué no pones 3 bragas a 3 euros?

-No, hijo, porque sería poner el mismo precio que el de un poco más abajo y no puedo.

Como bien habia dicho ella, el puesto de un poco más abajo que vendía lo mismo, lo tenia a ese precio.

Al día siguiente, su hija la mediana, la intentó animar, pero como no tenian dinero la madre estaba muy triste. La niña le dio la idea de poner bragas y calcetines, como por ejemplo, "comprando 2 bragaste llevas un par de calcetines", y eso intentó.

No obtubo ningún resultado y el poco dinero que tenían se les estaba acabando.

El otro niño que tenía estaba muy triste porque oía a su madre por las noches llorando, y le dio una idea, que fue, que si compraban tres bragas, regalaban un libro. Lo malo era que los libros también valían caros, pero ella lo intentó.

Más o menos le funcionó y vendía más, pero a la gente esos libros no la gustaban. Asi que ella lo que hizo fue comprar distintos títulos y venderlos.

Al final, en vez de vender las bragas, como tuvo tanto éxito, solamente vendía libros y pudo tirar adelante, aunque no tenía tampoco para tirarlo, pero sí para comer.

lunes, 1 de febrero de 2010

NARRACIÓN DE ENERO


NARRACIÓN DE ENERO

Clara vive en una pequeña ciudad de las afueras de Madrid con su familia. Su madre se llama Lucía y es una mujer muy alegre y muy guapa, que siempre va sonriendo esté donde esté. Su padre se llama Jorge. Es una persona muy seria y trabajadora, aunque muy comprensivo. Por último está su hermana Lorena, más pequeña que Clara, muy traviesa y juguetona, con mucha energia. Clara es muy coqueta, se levanta todos los días la primera para que le diera tiempo a arreglarse.

Un día se levantó, desayunó, se duchó y se vistió. Cogió su secador para secarse el pelo, lo enchufó como cualquier día y se´lo empezó a secar. Cuando estaba a punto de terminar, de repente se escuchó un fuerte sonido; era el secador de Clara. Ella no sabia qué habia pasado y estaba muy preocupada por su secador. A primera vista se habia roto, pero aún no lo sabia, cuando lo miró bien, en efecto, estaba roto. Ella se puso muy triste por su secador y fue corriendo donde estaba su padre diciéndole:

-Papa, papa mi secador se ha roto, rápido vamos a comprar otro.

El padre no la entendio por la rápidez con que estaba hablando. Le dijo que lo volviese a decir, pero más tranquilamente. Ella obedeció al instante y se lo volvió a decir.

Ella obedeció al instante y se lo volvió a decir.

-Que se me ha roto el secador y necesito que me compres otro, con mucha urgencia.

-Ni que lo necesitaras a vida o muerte. Contestó el padre.

-Si que lo necesito. Es muy importante para mi.

-Pues si lo quieres, compratelo con tu dinero, porque yo no te lo voy a pagar.

Clara muy enfadada fue a su cuarto. Alli contó todo el dinero que ahorrado y fue corriendo al orenador. En este puso"TIENDAS DE ELECTRODOMÉSTICOS"y buscó el secador de pelo que más le gustó, pero como era muy caro buscó otro con precio más bajo.

Lo pidió, y puso que era con mucha urgencia, asi que a los dos días ya lo tenía en casa.

Para ella había sido un calvario estar sin secador, pero,finalmente aguantó. Dejó el recibo encima de la mesa y fue corriendoa probarlo. Lorena, su hermana pequeña, vio ese papel encima de la mesa y pensó que no tendria ninguna importancia y tiró el papel a la chimenea. Llegó Clara muy alterada y gritó de repente:

-Encima de que tardatanto, ahora no funciona.

Y empezó a buscar el recibo. Como no lo encontraba le pregunto a su hermana que estaba viendo la televisión tranquilamente.

-¿Tu has visto el recibo de mi secador nuevo?

-¿Y para que lo necesitas?

-Pues porque no me funciona y lo voy a devolver.

-Pues...va a ser imposible. Dijo Lorena con voz un poco asustada.

-¿Por que va a ser imposible?

-Porque yo pensaba que no sevía el recibo ese y lo tiré a la chimenea.

-Pero, ¿porque has hecho eso? Gritó enfurecida Clara.

-Pues porque pensaba que no servía y lo tiré.

Clara muy enfadada fue a su cuarto corriendo.

Lorena le explicó todo lo sucedido a sus padres, y como el cumpleaños de Clara era al día siguiente fueron a la tienda y lo compraron.

Cuando se levantaron al día siguiente Clara seguía muy enfadada con su hermana y casi no la hablaba, aunque a la vez estaba muy contenta por su cumpleaños.

Después de desayunar todos juntos la dieron el regalo y cuando ella vio el secador de pelo se puso a saltar y a gritar por toda la casa, porque era el regalo que en ese momento más quería del mundo